¿DOPAJE TECNOLÓGICO O INNOVACIÓN?

Eliud Kipchoge, London

El cuerpo humano siempre ha sido el mayor reto a superar sus límites. Correr más rápido, saltar más lejos o nadar a mayor velocidad que sus rivales lleva a la gran meta que todo deportista persigue: el éxito. Muchos usando prendas deportivas que los ayudan a conseguir sus objetivos

Este ejemplo lo protagonizó la firma estadounidense marca de material deportivo Nike que diseñó en 2017 las Zoom Vaporfly Elite, unas zapatillas que como anunció el propio fabricante, permitían reducir el gasto energético un 4% y así colocar el récord mundial de maratón por debajo de las dos horas.

Su secreto reside en una placa de fibra de carbono incrustada en la suela, y la mejora parece ser efectiva aunque aún no con los resultados esperados. El atleta keniano Eliud Kipchoge fue el encargado de estrenarlas en el circuito de Monza, aunque la primera prueba importante la disputó en septiembre de 2018 cuando Kipchoge paró el cronómetro en 2h 1m y 39s, 1m y 18s por debajo de la anterior marca.

Estos casos se llevan dando hace décadas, en el atletismo, el tartán (material sintético) se dio a conocer cubriendo las superficies de las pistas de los Juegos Olímpicos de México en 1968. Puma volvió a innovar con el calzado de los atletas y sustituyó los seis clavos habituales por 68 puntas pequeñas como si se tratase de un cepillo, lo que hizo ganar unas décimas a Tommie Smith y ganar la prueba de los 200 metros lisos, aunque poco después la marca alemana Adidas presionó por su prohibición hasta que lo consiguió.

Lo que para algunos es una evolución natural o un progreso necesario en el deporte, para otros son técnicas que ponen en duda la legalidad de estas prendas deportivas y lo comparan con la ingesta de sustancias que hacen mejorar el rendimiento físico.

“utilizar unas zapatillas con resortes que aumente la fuerza de propulsión sí sería considerado dopaje, pero utilizar unas de mínimo peso y gran capacidad de amortiguación genera muchas dudas por lo que «las autoridades» deben analizar cada caso para conocer si su uso puede tener un rendimiento potencialmente ventajoso respecto al resto de deportistas”, dice José Luis Chicharro, profesor de fisiología deportiva de la Universidad Complutense de Madrid

Quienes critican el uso de estas prendas, se amparan en el artículo 143 del Reglamento de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF): “Las zapatillas no deben estar construidas de tal modo que proporcionen a los atletas cualquier ayuda o ventaja injusta. Cualquier tipo de zapatilla debe estar razonablemente al alcance de todos en el espíritu de la universalidad del atletismo”

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