La Wada, tras pista de los transgresores del juego limpio

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La sustancia, conocida como Tramadol, ayudaba a soportar el dolor y permitía sostener mejor los esfuerzos de máxima intensidad.

 

El colombiano Nairo Quintana, ganador de la Vuelta a España (2016), no ha corrido este 2023, después de ser suspendido por el uso de sustancias prohibidas el año anterior.

La sustancia, conocida como Tramadol, ayudaba a soportar el dolor y permitía sostener mejor los esfuerzos de máxima intensidad, por lo que su uso se había extendido entre los ciclistas de jerarquía.

En un principio, al no ser una droga prohibida por la Agencia Mundial Antidopaje (Wada, por sus siglas en inglés), su uso solo generaba una suspensión de la Unión Ciclista Internacional (UCI), pero esto cambiará en 2024. Efectivamente, la Wada anualmente presenta una lista y, aunque hay contadas excepciones, la Tramadol estará incluida.

En hechos más recientes, tres medallistas de los Centroamericanos y del Caribe de San Salvador y el velocista surinamés Isamadde Asinga, fueron sancionados por dopaje.

A los tres -un puertorriqueño, un colombiano y una cubana- le fueron retiradas las medallas obtenidas y, de paso, tendrán que afrontar respectivas suspensiones.

En tanto que Asinga, llamado el nuevo Usain Bolt, le fue detectado después del torneo atlético suramericano, por lo que no pudo participar en el mundial de Budapest.

El nombre del caribeño resalta entre los demás, porque a raíz de su falta, la medalla de oro que obtuvo en los 200 metros planos del suramericano, le fue otorgada al panameño Alonso Edward.

Siempre en la mira

Al igual que ocurre con organizaciones y personas que buscan alcanzar sus objetivos, sin importar si transgreden leyes para ello, asimismo existen organizaciones que están al acecho.

La Wada y sus organismos regionales son algunas de ellas.

“En la Agencia Mundial Antidopaje se favorece el juego limpio y la competición en igualdad de condiciones, prevaleciendo la salud del atleta, que es su principal misión”, dijo el médico panameño Saúl Saucedo.

“Las reglas están claras, existe el Código Mundial Antidopaje, que armoniza y homologa toda la normativa antidopaje entre los países firmantes de la Convención Internacional contra el Dopaje de la Unesco”, explicó.

Saucedo lidera la organización regional Panamericana, con sede en Panamá, y la red Iberoamericana de la lucha contra el dopaje (RILD).

Indicó que, cada año, la Wada presenta la ‘Lista de Sustancias y Métodos Prohibidos’, pero si un atleta debiera tomar una sustancia porque no hay otra alternativa, un equipo médico evaluará el caso luego de solicitar una autorización.

Sostuvo que dicha lista es dinámica, por lo que “todos los años entran y salen sustancias”, buscando cuidar la salud de los atletas, en primera instancia, y el juego limpio, en términos generales.

La selecta lista entrará en vigencia el 1 de enero de 2024, pero se publicará el próximo 1 de octubre, para que atletas, entrenadores y médicos, tomen las medidas necesarias.

Y es que, en esto hay una verdad, en muchas ocasiones, los atletas no son conscientes del uso específico de alguna sustancia, al ser inducidos por sus entrenadores o médicos.

Todos pecan alguna vez

Saucedo indicó que a todos los atletas se les realiza el mismo control, según los estándares internacionales, porque hay más de 200 sustancias prohibidas que mejoran el rendimiento o enmascaran a otras.

En esa línea, puso como ejemplo el caso del metilfenidato, utilizado para controlar los síntomas del trastorno de déficit de atención con hiperactividad, y que utilizan deportistas de actividades como el ajedrez.

“El ajedrez es una disciplina que pareciera no necesitara doparse, pero sí, existen sustancias, como el metilfenidato, que produce un aumento de concentración, por lo que es prohibido”, apuntó.

Sostuvo que, con base a su experiencia, un ajedrecista de alta competición muy difícilmente utilice anabólicos, pero puede ser un entusiasta de los gimnasios y, en algún momento, mezclar sustancias prohibidas con otras permitidas.

Otro ejemplo es el uso del propranolol, medicamento llamado beta-bloqueador y que relaja los vasos sanguíneos y reduce el ritmo cardíaco, para mejorar el flujo de sangre y disminuyendo la presión arterial.

Explicó que el propranolol se utiliza también para la tiroides, para quienes tienen palpitaciones muy elevadas, por lo que es utilizada por los practicantes del tiro deportivo y de arco.

Dijo que el medicamento “es un tirador” que baja la frecuencia cardiaca, lo que le permite al tirador la pausa cardiaca, que no tiene un atleta con frecuencias cardiacas normales, pero que aumentan por el estrés y la ansiedad.

“Ese medicamento retarda los latidos cardiacos, siendo funcional porque no produce afectación en el sistema de quien lo utilice”, sostuvo.

La educación necesaria

La principal herramienta que se utiliza para prevenir es la educación entre los principales actores, buscando erradicar las sustancias prohibidas.

Saucedo señaló que todos los atletas federados que participan en juegos regionales multideportivos, reciben capacitación, presencial y virtual, antes de ser sometidos a un control antidopaje.

“Todos los atletas de alto rendimiento o de selección nacional, conocen las responsabilidades que conlleva pertenecer a este grupo de atletas nacionales o internacionales”, expresó.

Se realizan controles en competición y fuera de ellas, porque “es más importantes realizar estas pruebas durante la preparación o en periodos de entrenamientos, ya que es donde adquieren su mejor performance”.

“Se realiza un análisis de riesgo por disciplina o modalidad deportiva. Se busca qué deportes están teniendo mayor porcentaje de positivos, qué competiciones mundiales, regionales o multideportivas se aproximan y se elabora un plan de control”, detalló.

“En México ’68 fue la primera vez que se buscaron estas sustancias, con el aval de la Comisión Médica del COI, después se crea la Wada y en la ONU a través de la Unesco, un departamento que está muy bien organizado”, dijo.

Destacó que en el tema se ha avanzado muchísimo y, algo tiene que ver la colaboración de las organizaciones, porque antes solo se buscaban drogas de abuso social, luego anabólicos y estimulantes.

El experto médico precisó que los controles antes y durante la competencia alcanzan los 200, y disciplinas como el béisbol, fútbol, boxeo y natación, en el caso de Panamá, están entre las más colaboradoras.

LA ESTRELLA DE PANAMA laestrella.com.pa

 

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